lunes, 20 de julio de 2009

Shangai Trattoria

Llegando a este punto, las justificaciones son poéticas. Las sensaciones me llevan aquí o allí atadas entre si por una cuerda de humo. Cada vez parece más emocionante. Puedo creer en la vida dentro de este mundo paralizado que a mi alrededor se mueve tan deprisa...
Des de esta terraza puedo oler el mercado de Palermo... y solo tu sabes como hemos llegado aquí... dando un gran rodeo, pero era el único camino...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Shanghai en Palermo,

Mucho mas cerca de lo imaginable del Shanghai de Orson Welles (1947)

Agonizante Vucciria, con la belleza de los borrachos muertos con toda la roña pero la sonrisa en la cara.

Siempre quedará algo del viejo Palermo en el nuevo-viejo Palermo.


Volveremos para ver su puesta de largo tras la cirugía mayor y encontrar los lugares que todavía se aferren a sus antiguas arrugas.